Eliseo López Benito propone una teoría innovadora sobre la antigüedad de las montañas, la cual se centra en la rápida meteorización. Esta teoría desafía la noción convencional de que las montañas tienen millones de años de antigüedad al sugerir que las tasas de erosión son tan altas que las montañas deberían haber sido destruidas si realmente tuvieran esa antigüedad.
Principios de la Teoría de López Benito:
Meteorización Biológica: López Benito destaca el papel de la meteorización biológica, especialmente la acción de las raíces de los árboles, que pueden fracturar y descomponer rocas de manera significativa.
Según su observación, este proceso ocurre mucho más rápido de lo que tradicionalmente se ha estimado.
Tasa de Erosión:Argumenta que si las montañas se erosionan a una tasa de aproximadamente 1 milímetro por año, las montañas deberían desaparecer completamente en escalas de tiempo mucho menores a los millones de años propuestos por la geología tradicional.
Por ejemplo, con una tasa de erosión de 1 milímetro por año, una montaña de 1000 metros de altura se erosionaría completamente en un millón de años.
Observaciones Empíricas: López Benito basa su teoría en observaciones empíricas de la rápida descomposición de rocas en diversos entornos naturales, sugiriendo que los procesos de meteorización están subestimados en los modelos geológicos actuales.
Implicaciones de la Teoría:
Reevaluación de la Geocronología: Si la teoría de López Benito es correcta, implica que la cronología geológica de las montañas necesita ser revisada. Las montañas no podrían tener millones de años de antigüedad bajo esta perspectiva, ya que deberían haber sido erosionadas hasta desaparecer.
Nuevos Enfoques en Geología: La teoría insta a los geólogos a considerar factores adicionales que podrían estar acelerando la erosión y la meteorización de las montañas, tales como cambios climáticos recientes y actividades biológicas más intensas de lo que se pensaba.
Conclusión:
Si una montaña tiene una altitud de 2.000 metros en el año 2024 y se erosiona a una tasa de 1 milímetro por año, entonces hace 40 millones de años, la montaña tendría una altitud de 42.000 metros. Esta cifra es extremadamente alta y sugiere que, en la práctica, otras fuerzas geológicas como el levantamiento tectónico y la subsidencia también jugarían un papel significativo en la altitud de las montañas a lo largo de millones de años. Sin embargo, usando la tasa de erosión simple, este es el cálculo teórico.
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